Revolviendo mails encontré esta entrevista que me hiciera Nicolás Mavrakis en 2010, como creo que nunca se publicó paso a hacerlo ahora. Aún teniendo este texto, ya casi dos años de antigüedad creo que puede seguir aportando algo al debate sobre el conocimiento libre o lo que es lo mismo sobre como entendemos la cultura:
Cosa que se puede hacer de dos maneras:
!) Como las mercancías que individuos (por tanto no divisibles, átomos, esencias puras sin nada del afuera adentro) individuos desligados atomizados que desde una genialidad sin origen: ¿que otra cosa puede ser un autor sino Dios creando desde la nada? "Crean" entonces las "obras" que las industrias que viven del lucro que esas mercancías producen, designan con esos nombres avaladas en esto por publicistas que se disfrazan de críticos, entendidos, académicos, periodistas, etc., para decirnos que tenemos que consumir y como.
2) Como producción social de sentido, que no tiene un origen, sino que se desarrolla en la copia y en el plus que la imposibilidad de la misma produce, una cultura que es el texto en el que una sociedad se escribe y que no puede producirse sin el acceso a ese archivo común a esa herencia de la que se nos quiere despojar, en nombre de figuras de lo privado, como el mal llamado derecho de "autor" inventadas por el sistema de exclusión llamado capitalismo. Y está expropiación de la herencia social, es doble la que ya conocemos y la nueva que tiene como fin hacer desaparecer las posibilidades para un acceso y una participación universal en la misma que la revolución de los aparatos de reproducción y transmisión (Internet) viene provocando. Aquí las preguntas que Mavrakis me formulara por mail junto con mis respuestas:.
En
fin, volviendo a nuestro tema. Me interesaría que pudieras responderme
preguntas en base a una premisa que sí dijo R. Stallman y que a su vez resume
en gran parte el dilema sobre la propiedad del conocimiento: "El
conocimiento privativo es conocimiento denegado".
1-¿Cuál es tu opinión sobre esta
cuestión de conocimiento privativo = conocimiento denegado?
No
soy un gran conocedor del pensamiento de Stallman, así que voy a intentar una
traducción –siempre infiel como toda interpretación- de la frase que usted menciona.
Si algo es privado está –por definición- negado a todos aquellos que no son sus
dueños. Todas nuestras leyes tienen como axioma, la defensa de lo privado. Creo
que todos entendemos lo que significa un barrio privado, un hospital privado,
una escuela privada. Si no tenemos un papel que nos reconozca como “los
privados” se nos será negado, el acceso al barrio, al hospital, a la escuela.
Así funciona desde hace siglos el sistema capitalista, no es ningún secreto, no
estamos descubriendo la pólvora. La ofensiva de los amantes de las patentes, es
el intento para que la Web responda a esta vieja, conocida y desastrosa
historia.
Antes
de la aparición de Internet y la revolución técnica que la acompaña era muy fácil
privatizar el conocimiento: había ciertos señores que eran dueños de maquinas,
obreros y recursos, necesarios en aquellos momentos para producir un libro, una
película, una grabación musical. Estos propietarios privados, decidían que se
debía leer, escuchar, contemplar, pensar. Un aparato periodístico-académico
completaba el tándem. Se creo así un estamento de “especialistas” que
dictaminaban que se debía consumir en cuanto a los bienes culturales, en base a
determinar lo más rentable económicamente, y aquello que era funcional a esta
cultura donde editores, críticos, profesores, nos trataban como niños tontos
que no pueden ni deben elegir lo que consumen y mucho menos producir y
distribuir (colmo de los colmos) conocimiento, sin la supervisión y la
intervención forzada de estos señores que tenían y tiene todavía en gran medida
privatizada la cultura en su propio beneficio.
Hoy
día cualquier autor puede publicar sus textos, con la posibilidad de tener muchísimos
más lectores que si se sometiera al intermediario “privado”, si somos músicos
podemos hacer conocer nuestra música a través de la Web , sin necesidad de tranzar
con los intermediarios, sus exigencias comerciales y sus contratos que tanto en
los libros como en la música, garantizan todo para el “productor” (que en rigor
no produce nada) y nada para el autor, para seguir usando esa vieja palabra metafísica
que ya no significa nada.
2-¿Cuál es tu experiencia concreta
-más allá del resultado de la acción judicial en tu contra- sobre el estado de
este debate en la industria editorial?
La
industria editorial, parece empeñada en no aprender nada y sigue apostando a la
criminación de practicas que hoy en día están universalmente extendidas, usar
Internet es hoy violar la ley (obsoleta) de derechos de autor. Y a la vez en
una muestra más de la esquizofrenia que nos guía, nos venden cada día más planes
de conexión a Internet más veloces, reproductores de música y video con
conexiones cada vez más rápidas y fáciles a las computadoras conectadas a la Web , en definitiva se nos
vende el kit completo del pirata moderno en 50 cuotas y a la vez se sigue con
una ley de propiedad intelectual de 1933 que criminaliza toda “reproducción”.
¿Se da cuenta? vivimos entre maquinas de reproducir fabricadas para reproducir
y si las usamos nos convertimos en delincuentes.
Esto
en el campo de la educación universitaria es un desastre. Las bibliotecas están
despobladas y además sometidas a la absurda ley de 1933, con lo cual deberíamos
ir a ellas con lápiz y papel, en el mismo momento que el gobierno anuncia que
se le proveerá de una network a cada alumno secundario; pero sigamos en las
bibliotecas hay poco y nada, en las librerías menos, los libros de filosofía,
se agotan en días –a precios prohibitivos o privativos como mejor le guste-
pero además pueden llegar a estar agotados por 20 o más años. Con muchísima
suerte, claro, lo más común es que desaparezcan para siempre, ya que sus dueños
(los editores de papel) lógicamente sólo fabrican aquello que piensan que
pueden vender muy rápidamente, y los demás, los que no somos dueños de los “derechos”
no podemos hacer nada para rescatar todo ese patrimonio que desaparece día a día,
ya que está prohibida cualquier tipo de reproducción, aún con fines educativos.
Esto lleva a que generaciones enteras de estudiantes universitarios se hayan
debido formar “delinquiendo” sea vía fotocopia o vía Web. Para estos problemas
desde los defensores del derecho de copia no se esboza ninguna solución, ni
siquiera se menciona el problema, salvo para hacer acuerdos espurios con la UBA y otras universidades para
que parte del presupuesto educativo vaya a subsidiar a estas industrias
obsoletas e ineficientes.
3-¿Cuáles son los riesgos (en términos
sociales, económicos, educativos) de que aún bajo las posibilidades novedosas de Internet, la
propiedad intelectual y los derechos de autor se sigan rigiendo con los mismos
valores que en la época del papel?
Bueno
justamente que quedemos anclados a un pasado de escasez de los bienes
culturales en el momento mismo que contamos con maquinas formidables para su
difusión, su diseminación, su acceso universal.
Pero
no creo que triunfen, como la historia reciente lo viene demostrando, por otra
parte.
Internet
se basa en un sistema de distribución de la información que no tiene un esquema
arborecente, no hay una instancia central desde donde controlar lo que se puede
o no difundir, a cada nuevo ataque, a cada nueva censura, la red encuentra la
forma de liberar el camino, de aplastar las barreras, para llevar a todos la
información, para terminar con su monopolio.
La
cultura, que no es de nadie, la hemos heredado, la hacemos entre todos y para
hacerla necesitamos contar con lo que otros han escrito antes que nosotros, al
menos la filosofía (y sospecho que muchísimas disciplinas más no podrían
producir lo nuevo, sin el acceso a nuestra herencia a nuestra tradición.
Mantenerla “privada” es privarnos del porvenir.
4-¿Resumirías brevemente tu
experiencia específica con los libros de Heidegger, Nietzsche, Derrida? ¿A qué
clase de "poder privativo" y con qué intereses quedaste enfrentado en
ese caso?
Hace
más de diez años que difundo filosofía en la Red. Claro en esos primeros años se veía como un
divertimento para Nerds y nadie le daba importancia. Algo que de cierta forma
sigue ocurriendo: no es lo mismo un libro publicado en papel, de 500 ejemplares
que ese libro publicado en la Web y leído gratis por millones, sigue siendo más
prestigioso –en el colmo de la estupidez- el librito de papel y el “papel”
sacro que éste aún tiene.
Bueno
todo esto para contar que los ataques contra mis sitios son muy recientes, se
ve que luego de todo este tiempo, los editores cayeron en la cuenta de que
Internet podría ser un enemigo no solo para sus negocios, sino para sus
pretensiones de ser los que eligen lo que se debe leer y lo que no.
Mi
juicio estuvo impulsado por el “agregado cultural” de la embajada de Francia
–quien al parecer no le interesa que uno de los filósofos franceses más
importantes del siglo XX: Jacques Derrida sea difundido en todo el planeta y
que sus textos sean inmediatamente accesibles a todos los interesados en la
filosofía que cobija este mundo, sino que, por el contrario, tiene puesta todo
su energía en que las empresas francesas no se vean obstaculizadas en su loable
tarea de hacer dinero a costa de pensamientos ajenos y obstaculizando en el
camino el derecho a la información y por tanto a la investigación y a la
producción de filosofía, sobre todo en los países como el nuestro a los que
ellos llaman “periféricos” y cosas peores. Esta cruzada colonial fue tomada por
la Cámara
“Argentina” de libro, que a través de su apoderado legal, presento una denuncia
penal contra mi, las penas para este “delito” con la absurda ley llegan hasta
los 6 años de prisión.
5-¿Qué opinás sobre el hecho de que la Argentina sea considerada
por las cámaras de cine, música y software del mundo como una eminente
"cuna" de la piratería? ¿A qué creés que se debe? ¿Vacíos legales o
una "filosofía" distinta de los argentinos sobre la cuestión?
Las cámaras
patronales, los lobbys empresariales son expertos en la mentira, no confiaría
en nada de lo que dicen, eso en primer lugar.
Por otra parte, soy muy reacio a la idea de que haya una filosofía o una
mentalidad común que nos identificaría como nación, me parece una idea
peligrosa, que en sus peores expresiones, puede caer en ideas tales como las
del “Ser Nacional” tan cara a la dictadura del 76-82, que tanta gente torturo y
asesino por no comulgar en las ideas que según ellos un argentino de bien debía
tener. Otra forma, más bárbara, eso sí, de “privatizar” la información.
En el
caso de los libros, yo a causa de mi edad, sigo teniendo cierto fetichismo con ellos,
me encantan!!! Pero gano un sueldo de docente, comprarme un libro de filosofía
puede llegar a costarme un diez o un veinte por ciento del mismo, no hay. en
una situación así, muchas opciones si uno pretende seguir leyendo, enseñando e
investigando.
6-¿Imaginás un mundo donde, como en
algunos casos en los EE UU con música y video, se encarcele realmente a gente
que pretende difundir libros que de otro modo serían inaccesibles por diversos
modos en la web?
No me
caracterizo por mi optimismo, y no me extraña, después de haber visto tantas,
ninguna de las atrocidades que pueda cometer el poder. Esta es una batalla por
la información, quizá una de las más importantes de este siglo, el avance o el
retroceso de la barbarie se juegan aquí. Pero como dije antes se les va a hacer
muy difícil, no sólo por el carácter, rizomatico, virosico de la Web , sino porque no queremos
que algo que nació libre, sea colonizado y privatizado por los intereses de
siempre. Hemos aprendido que podemos valernos por nosotros mismos, que no
necesitamos intermediarios y que tenemos los instrumentos para universalizar el
conocimiento. Si los inquisidores, los censores, los vigilantes, los perros del
hortelano, los mercaderes quieren triunfar van a perder mucho en el camino. Ya
somos mayores de edad y no vamos a renunciar a la Web que conocimos por una
nueva variante de la televisión por cable. No necesito que ningún vivo me venga
a vender lo que personas de bien de forma -y nunca mejor dicho- ad honorem ya han puesto en la Web y con mayor dedicación en
ediciones más cuidadas, porque de un lado solo rige el dinero y del otro el
amor al conocimiento, que curiosamente en griego se llama filosofía.
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