jeudi, août 06, 2009

III Simposio Internacional, Filosofía(s) y Psicoanálisis:



III Simposio Internacional, Filosofía(s) y Psicoanálisis:
“(Con)fines del Arte”
Coordinadores:
Armando Casas, Alberto Constante,
Ignacio Díaz de la Serna y Leticia Flores Farfán




22, 23, 24
DE SEPTIEMBRE DE 2009

PROYECTO PAPIIT IN405108 Filosofía(s) y psicoanálisis.



Martes 22

9:30 a 10 hrs. Inauguración: Dra. Gloria Villegas, Directora de la Facultad de Filosofía y Letras; Mtro. Saltiel Alatriste, Coordinador de Difusión Cultural

Mesa 1
10-12 hrs.

Antonio Marino: Tres exploraciones literarias de los límites de lo humano: Primo Levi, Vassily Grossman y Aleksandr Solzhenitsyn
Rosa Beltrán: El relato sin historia: los medios electrónicos y la literatura
José Luis Barrios: Los confines del gesto: la pintura de Francis Bacon
Moderador: Leticia Flores Farfán

Mesa 2
12 a 14hrs.

Verónica Volkow: Michael Calderwood y las poéticas del agua
Marcela Almanza: Elogio de la sombra, del detalle a la invención
Crescenciano Grave: La apófansis simbólica del límite
Moderador: Ignacio Díaz de la Serna

Mesa 3
17 a 19 hrs.

Horacio Potel: Cuestiones de herencia. Fantasma, duelo y melancolía en Jacques Derrida.
Vicente Quirarte: Esa visible oscuridad: escritura y depresión
Susana Bercovich: Existencias estéticas
Gerardo de la Fuente y Leticia Flores Farfán: Confines de la crueldad
Moderador: Alberto Constante

Miércoles 23

Mesa 1
10 a 12 hrs.
Carlos Mendoza: Cine documental, las trampas de la creación
Patxi Lanceros: Contemplando. Una pasión a oscuras.
Víctor Gerardo Rivas: De cómo la literatura se vierte en el cine.
Moderador: Gerardo de la Fuente

Mesa 2
12 a 14 hrs.
Jorge Ayala Blanco: Los confines del cine actual
Pablo Soler Frost: Fronteras de la imagen cinematográfica
Carlos Narro: Liberar al cine del teatro y la literatura
Moderador: Alberto Constante

Mesa 3
17 a 19 hrs.
Felipe Coria: Oscuridades
Fernando Bayón: Nada hace lo que el Arte hace. Y otras mentiras en el tiempo de la ruina de la experiencia
Alfonso Herrera: Arte-factos del goce
Silvia Durán: Cine y arte
Moderador: Zenia Yébenez

Jueves 24

Mesa 1
10 a 12 hrs.
Zenia Yébenes: Performance: ascetismo, ritualización y arte contemporáneo
Viviana Berger: Acerca de los confines entre el autor y el inconsciente
Germán Plascencia: El arte frente al poder de la razón
Moderador: Leticia Flores Farfán

Mesa 2
12 a 14 hrs.
Carlos Másmela: Hölderlin y la tragedia
Ángel Xolocotzi: Fines y confines del arte escrito. Acotaciones epistolares heideggerianas
Gabriel Weisz: Golem del arte
Ana Viganó: Hacer el amor, en la mira. Por una suspensión del tiro de gracia sobre poetas y analistas
Moderador: Ignacio Díaz de la Serna

Mesa 3
17 a 19 hrs.
Rosario Herrera: Filosofía, psicoanálisis, literatura y escritura
Ma. Antonia González Valerio: La angustia (entre la estética, el arte y el psicoanálisis)
Víctor Novoa: Freud y Proust. Psicoanálisis y tiempo en la escritura.
Moderador: Alberto Constante


Toda la imagen del Simposio está a cargo de Mother Monkey Collective
http://mothermonkeycollective.blogspot.com/

19:10 Clausura por parte de los Organizadores

Logos UNAM Fac. Filosofía y Letras Coordinación de Difusión Cultural
Educación Continua de la Fac CUEC Dirección de Literatura

mardi, juin 02, 2009

Derechos de Autor en el Mundo Digital

Académicos, músicos, artistas, periodistas, y ciberactivistas se reúnen a conversar sobre el "Derecho de Autor en el Mundo Digital" en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. La Unión de Músicos Independientes, Daniel Link, Mariano Blejman, Horacio Potel, Alejandro Kaufman, Diego Levis, Enrique Chaparro, entre otros, confirmaron su presencia en el debate.

El Colectivo La Tribu, Fundación Vía Libre y la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA invitan a dar una de las discusiones más apasionantes de nuestro tiempo: "El derecho de autor en el Mundo Digital", el viernes 12 de junio de 9 a 18 y el sábado 13 de 9 a 13, en el auditorio de Franklin 54, en Ciencias Sociales de UBA.

Temas como la historia del derecho de autor, las construcciones libres como Wikipedia o el Software libre, la música en entornos digitales y las redes P2P, las fotocopias en las Universidades y las excepciones al derecho de autor para ciegos y bibliotecas serán algunos de los ejes que reunirán, entre otros, a la Unión de Músicos Independientes entre los artistas, Alejandro Kaufman, Diego Levis y Daniel Link desde el mundo académico, Enrique Chaparro, Lila Pagola, Patricio Lorente, Federico Heinz, Red Panal del mundo de la cultura libre, Mariano Blejman del Suple No, Pablo Lecuona de Tiflolibros y el Profesor Horacio Potel, quien soporta una causa penal por haber mantenido el sitio Derrida en Español, entre otros. También habrá delegados de sindicados docentes como Conadu y agrupaciones estudiantiles.

El evento está pensado como un espacio abierto de debate sobre las nuevas tecnologías y el derecho de autor en un mundo donde compartir y difundir cultura es cada vez más sencillo. La disyuntiva sobre la legalidad o ilegalidad de la copia digital, los usos no comerciales, el acceso a conocimientos y cultura, las redes de pares y la criminalización creciente del acto de compartir serán ejes de un debate indispensable animado por académicos, activistas, periodistas y artistas.

Información detallada del evento

Fechas: Viernes 12 de Junio de 9 a 18hs. / Sábado 13 de junio de 9 a 13hs.
Lugar: Auditorio. Sede Parque Centenario. Ciencias Sociales. UBA. Franklin 54. Ciudad de Buenos Aires.
Organizan: Colectivo La Tribu. Fundación Vía Libre. Carrera de Ciencias de la Comunicación. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Buenos Aires.

Entrada libre y gratuita.

Programa de las jornadas

Viernes 12 de junio

9:00 Apertura
9:30 – 10:00 Historia del Régimen de Copyright. José Massón (Colectivo La Tribu)
10:00 – 11:00 Revolución informática y convergencia de medios. Mariano Blejman (Suple No), Gastón Montells (Colectivo La Tribu), Diego Levis (UBA).
11:00 – 12:00 Sociología de las comunidades. Patricio Lorente (Wikimedia Argentina), Federico Heinz (F. Vía Libre), Matias Lennie (Red Panal).
12:00 – 13:00 Arte en el Mundo Digital. Lila Pagola (Proyecto Nómade), Esteban Agatiello (Abogado Unión de Músicos Independientes), Iconoclasistas, Rebeldes Stereotipos (Radio Libre)

13:00 – 14:00 Pausa para almuerzo

14:00 – 15:00 P2P, Internet y Criminalización. Enrique Chaparro (F. Vía Libre), Horacio Potel (Universidad de Lanús), María Elena Casañas (Abogada FVL),
15:00 – 16:00 Caso Convenio UBA / Cadra. Alejandro Kaufman (Director de la Carrera de Ciencias de la Comunicación. UBA), Daniel Link, Conducción del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales (UBA), María Inés Vignoles
Secretaria General de FEDUBA por CONADU (Federación Nacional de Docentes Universitarios),
16:00 – 17:00 Limitaciones y excepciones al copyright. Pablo Lecuona (Tiflolibros), IFLA (A confirmar). Beatriz Busaniche (FVL).
17:00 – 18:00 Comer en el mundo libre. Propuestas de negocios sin monopolio de copia. Cadesol (Cámara de Empresas de Software Libre), Gcoop (Cooperativa de Software Libre), Mamushka (Sello musical Creative Commons), Editorial el Colectivo (Editora Copyleft), Rama (Programa de pagos a través de Torrents).

After Hour. Seguimos conversando en el bar de La Tribu.

Sábado 13 de Junio

9:30 a 10:30 Convergencia de Movimientos contra los Monopolios sobre la Vida y el Conocimiento. Carlos Vicente (Grain), Ximena Tordini por Colectivo La Tribu y AMARC Argentina, Enrique Chaparro (FVL)
11:00 a 13:00 Trabajo colaborativo: consolidar los principales ejes del debate para difundir.

mardi, mai 19, 2009

Envíos


Hola, a todos:
Mi nombre es Horacio Potel, tengo 49 años, me divierte la filosofía, empecé a estudiarla ya de grande, como un hobby al principio, pero el pasatiempo me fue apasionando cada vez más. Siempre tuve un cierto carácter coleccionista, y de niño mi gran colección era mi biblioteca. En 1998 me compré una computadora después de ahorrar todo un año. Todo me parecía maravilloso, pero sobre todo la Web, era para mí el sueño del pibe, podía tener acceso a tantas cosas que antes solo podía soñar, libros agotados, reproducciones de obras de arte, que antes solo podía ver de "prestado" en las librerías, ya resignado a no tener jamás esos hermosos y carísimos libros. La lectura que hice de la web en ese primer momento, en ese primer encuentro, en ese instante del conocimiento, fue: acá están todas las posibilidades ya no habrá más escasez de bienes culturales, con esta herramienta una parte inmensa del conocimiento humano puede estar disponible para todos.
Un planteo un tanto ingenuo, desde luego, pero bueno nunca fui bueno para los negocios y no pensé a la web, como debería pensarla todo ciudadano consciente de su pertenencia al capitalismo: un almacén de ventas de baratijas. Para mí era más que evidente que al menos en el campo de la filosofía, todas las obras de todos los filósofos y en general toda la producción filosofía, podía y debía estar on line. Recuerden ustedes que yo estudiaba filosofía y entonces estaba sujeto a horas perdidas tratando de encontrar artículos de revistas que no estaban en ninguna biblioteca, libros que no se publicaban hace décadas porque no era redituable hacerlo. Las revistas de papel especializadas en filosofía me parecían una pérdida de tiempo una especie de locura. Sacar 100 ejemplares de una revista, para que con suerte fuera archivada en dos o tres bibliotecas donde las comería el tiempo, se me ocurría un gasto loco de trabajo desperdiciado, pudiendo colocarse toda esa producción on line de forma tan fácil y barata, soñaba con poner a los empleados de todas las bibliotecas universitarias a digitalizar textos, pero claro, la ley 11723 ley del año 1933, no contempla medidas de privilegios o excepciones para las bibliotecas, éstas están impedidas de copiar su propio material, aún si es para fines de preservación. Si hay que creerles a los carteles que suelen adornar los libros, el préstamo mismo estaría prohibido y no sería de extrañar, si esta embestida de las corporaciones que se creen dueñas de la cultura no para, que las mismas bibliotecas se vean obligadas a pagar derechos de autor o se vean obligadas a cerrar. Cómo ha pasado con dos de mis tres bibliotecas on line especializadas en filosofía. El derecho al acceso a la información es algo que al parecer a nadie le importa en esta época de barbarie. Barbarie que al menos en Argentina no para de crecer. Se está acabando con conquistas que uno suponía eran la herencia intocable de la Ilustración y que no eran más que un espejismo. Ahora hay que estar explicando los motivos por los cuales uno decidió difundir filosofía en la web, sin intentar sacarle dinero a nadie, porque eso es visto como un delito, una locura, una forma de terrorismo y una rebeldía adolescente. La gente de bien no se plantea estas cuestiones. La lógica del don, para los mercaderes es subversiva. Porque además ¿quién es este que se mete a decidir qué hacer público o que no, cuando ese siempre fue nuestro papel, nuestro privilegio y nuestro monopolio? Así piensan las corporaciones del libro de papel y el sinnúmero de pseudo - instituciones y publicaciones y eventos y ferias que lucran con el negocio de la venta de "cultura". Todo esto para contar que no hice ni pretendía nada raro, sólo subir a la web, en forma ordenada y con cierto control de calidad todo lo que pudiera encontrar sobre los filósofos que me apasionaban. Las posibilidades técnicas convirtieron por sí solas a estas "bibliotecas" en máquinas privilegiadas para la producción cultural, dando la posibilidad de buscar en instantes un término en toda la obra de un filosofo, tener linkeado en el texto no sólo la cita sino el texto al que se alude, o las distintas versiones de una misma conferencia, no sólo en castellano, como fue la idea original, sino particularmente en el caso de Derrida, también en francés. No sé si a mis colegas o a los estudiantes estas herramientas -que hoy ya no están en la web- les habrán sido de utilidad -al parecer sí, teniendo en cuenta los mensajes de solidaridad que he recibido de todo el mundo- pero para mí eran imprescindibles, teniendo esos textos en mi computadora, el trabajo empezaba igualmente siempre en la web, las distintas formas de ordenación del material así como la posibilidad de usar buscadores, reducían el trabajo en horas a la vez que producían el encuentro de lo no esperado dado su carácter maquínico: no era yo solo tratando de recordar y asociar, era yo más la máquina. Supongo que estos artefactos deberían darle a su “autor” -en este caso a mí- algún derecho, pero parece que no, han sido borrados por el capricho de una editora francesa que no trabaja en Argentina y que no sabe qué hacer para demostrar su codicia, su egoísmo, su afán apropiador. Dicen en los diarios que esta editorial me conminó a bajar todos los sitios, no se limitó a hacer una demanda por los cinco o seis libros de Derrida -entre cientos- que alguna vez publicó, no, yo según ellos, y a una orden de ellos, debería sacar todas las obras de Derrida, cuyo copyright no les pertenece, así como las de Heidegger y Nietzsche. El resto es conocido: Minuit le escribió al agregado “cultural” de la embajada de Francia en Argentina y este señor para defender la cultura francesa terminó con el lugar más visitado y completo dedicado a la obra de uno de los principales filósofos franceses del siglo XX. La Cámara Argentina (o francesa, ya no sé) del Libro, hizo una denuncia que fue tomada con inusitado vigor por fiscales argentinos, así que una triple alianza de Corporaciones patronales, embajadas neocoloniales y poder judicial argentino, se juntaron para bajar de la web sitios que difundían filosofía y de paso joderle la vida al boludo, loco y terrorista que había tenido la idea de compartir las herramientas que usaba para trabajar en filosofía. Porque el trabajo de profesor de filosofía tiene como una de sus obligaciones la escritura, no hay la menor necesidad de tentar a nadie con los ridículos derechos de autor que podría recaudar una obra sobre el ser en el Heidegger tardío, las obligaciones del oficio obligan a escribir. En este campo la mentira que dice que los derechos de autor fomentan la producción intelectual no se hace solo evidente sino hasta insultante, pensar que Nietzsche o Hölderlin escribían para cobrar dos mangos de derechos de autor, como si fueran vulgares autores de libros de autoayuda, da la idea de los valores con los que se mueven estos mercachifles.
La cultura el conocimiento, la tradición no son la obra de "autores" es curioso que los mismos señores que han terminado con las ideas ilustradas del sujeto libre y soberano, para vendernos el sujeto sujetado al consumo, apelen a la metafísica de la subjetividad a la hora de buscar más dinero. Es curioso que lo hagan en este caso ya que tanto Heidegger como Derrida, hoy censurados y prohibidos en la web, se han opuesto a esta idea de una subjetividad creadora como origen y causa de la "Obra". No hay átomos privilegiados por la Musa repartiendo la luz entre masas pasivas. No hay átomos y la constitución del “autor” como cualquier otra se con-forma con la alteridad que la preexiste. Heidegger y Derrida han señalado cómo antes de constituirse o en la constitución misma de algo así como un sujeto, de algo que diga “yo”, todo un mundo previo ya preexiste, que estamos formados antes de ser, por la herencia y la tradición, la transmisión, la pervivencia del mensaje, aún más para Derrida todo empieza con una llamada un “Ven” el ven es el envío llamando a los envíos, el primer mail exigiendo la correspondencia en la que somos, correspondencia con el otro que está siempre antes. Cortar los envíos, es la muerte, y es esto los que los militantes fundamentalistas del copyright quieren imponer en la Web, quitándole todo potencial para domesticarla como instrumento de venta de baratijas. Pero como alguna vez dijo Derrida: "Heredo algo que también debo transmitir: ya sea algo chocante o no, no hay derecho de propiedad sobre la herencia". Es esta herencia que no le pertenece a nadie y que nos forma a todos, esta herencia que es el don común sobre el que se construye lo nuevo, lo que se está atacando al atacar la difusión y el acceso de todas y todos a la misma. Es lógico la herencia de la filosofía, del pensamiento crítico es demasiado peligrosa para los hombres del mercado, puede hacer creer que no necesitamos de tutores ni de encargados para atrevernos a saber, tal como en la lejana época en que la burguesía era aún ilustrada, quería el viejo Kant.

mercredi, mai 13, 2009

Difundir perjudica la difusión La sin-razón de la sin-razón


Difundir perjudica la difusión… wtf???
Esto opina Les Editions de Minuit

“Horacio Potel has posted, over the course of several years, without authorisation, and free of charge, full versions of several of Jacques Derrida’s works, which is harmful to the diffusion of his (Derrida)’s thought,” said the French publisher, which claimed it had written several times to Potel to ask him to stop the practice before taking action.

Traducción rápida: Horacio Potel publicó a lo largo de varios años, sin autorización y de forma totalmente gratuita, versiones completas de varios trabajos de Jacques derrida, lo que es dañino para la difusión de sus (los de Derrida) pensamientos” dijo la editorial francesa que reclama haber intimado varias veces a Potel pidiendo que detenga esta práctica antes de tomar acciones legales.

Una perla de la coherencia / incoherencia… Lograda por Catherine Saez para IP Watch, en un texto que reproducimos hoy en Vía Libre
Tomado de Cultura Libre
Enlace a la nota citada:
Argentina Copyright Case Brings Access To Education Into The Spotlight
http://www.ip-watch.org/weblog/2009/05/12/argentina-copyright-case-brings-access-to-education-into-the-spotlight/

lundi, mai 04, 2009

II Congreso Internacional Wittgenstein en español


II Congreso Internacional Wittgenstein en español
11, 12, 14 y 15 de mayo de 2009
Biblioteca Nacional
Aguero 2502
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
congresowittgenstein@unla.edu.ar

PROGRAMA

LUNES 11 de MAYO
9:30 hs. / ACREDITACION
10:00 hs. / APERTURA A cargo de autoridades de la UNLa.
10:30 hs. / PRESENTACION A cargo del Presidente del Congreso Ricardo Maliandi.
11:00 a 12:30 hs.
Tiempo, Mundo, Vida y Muerte en el Tractatus.
Alejandro Tomasini Bassols IIF, UNAM.
12:30 a 14:30 hs. / ALMUERZO
14:30 a 16:30 hs. / PANEL TEORIA DEL CONOCIMIENTO
Wittgenstein: sobre dudar y saber. Antonio Ramirez Victorio Universidad de San Marcos, Lima.
Los límites fácticos de la justificación.
Federico Penelas UBA.
16:30 a 17.00 hrs. / CAFE
17.00 a 18:30 hs.
Reflexiones acerca de la subjetividad en Wittgenstein
Jesús Padilla Gálvez Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Universidad de Castilla-La Mancha, Toledo.

MARTES 12 de MAYO
11:00 a 12:30 hs.
La visión total en Wittgenstein (Übersicht) y en Platón (sinopsis)
Roberto Rojo Universidad Nacional de Tucumán.
12:30 a 14:30 hs. / ALMUERZO
14:30 a 16:30 hs. / PANEL
Lógica y Racionalidad La filosofía de la lógica de Frege y el Tractatus.
Sandra Lazzer / UBA
Modalidad en el Tractatus
Moisés Macias Bustos / UNAM
16:30 a 17:00 hs. / CAFE
17:00 a 18:30 hs.
Wittgenstein y el relativismo
Magdalena Holguín

JUEVES 14 de MAYO
11:00 a 12:30 hs.
Wittgenstein y las matemáticas: una investigación sobre los juegos de lenguaje de los campesinos Sin Tierra del sur de Brasil
Gelsa Knijnik Universidade do Vale do Rio dos Sinos, Brasil
12:30 a 14:30 hs. / ALMUERZO
14:30 a 17:00 hs. / PANEL LECTURAS WITTGENSTEINIANAS
Coordinado por Horacio Potel
Apropiaciones pueriles del concepto juegos del lenguaje en Wittgenstein.
Cristina Ambrosini UNLa. / UBA
Wittgenstein y la expansión de lo político.
Silvia Rivera UNLa. / UBA
Wittgenstein y la matemática borgeana de los tigres azules.
Andrea Costa Universidad Nacional de Córdoba CONICET
17.00 a 17.30 hs. / CAFE
17.30 a 18.30 hs.
Presentación del Libro Wittgenstein en español.
Alejandro Tomasini Bassols y Silvia Rivera (comps.)
Presentadores
Esther Díaz y Javier Legris

VIERNES 15 de MAYO
10.30 a 12.30hs. / PANEL FILOSOFÍA DE LA MENTE
Sobre el lenguaje, la conciencia y sus qualia en la filosofía de Wittgenstein.
Marcelo Díaz Soto Universidad de Santiago de Chile
Sobre estados mentales y fingimiento: Del acceso impedido a la evidencia imponderable
Daniel Trapani Universidad Nacional de Rosario
12:30 a 14:30 hs. / ALMUERZO
14:30 a 16:30 hs. / PANEL GRAMATICA Y FILOSOFIA
Compatibilidad vs. conmensurabilidad. La «gramática» wittgensteineana ante un reto (inter)cultural.
Sabine Knabenschuh de Porta Universidad del Zulia, Venezuela
La filosofía según Wittgenstein y la filosofía después de Wittgenstein: Hacia una elucidación de la función de los conceptos filosóficos. Glenda Satne / UBA
16:30 a 17.00 hs. / CAFE
17:30 a 18:30 hs.
La concepción wittgensteineana de los problemas filosóficos.
Carolina Scotto Universidad Nacional de Córdoba.
18.30 hs.
Cierre del Congreso a cargo de las autoridades de la UNLa.

vendredi, mai 01, 2009

Un filósofo argentino, procesado por colgar textos de Derrida


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Un filósofo argentino, procesado por colgar textos de Derrida

La Cámara Argentina del Libro demanda al profesor Horacio Potel

R. BOSCO / S. CALDANA 30/04/2009

"Llegué tarde al mundo de las computadoras, en abril de 1998". Así empieza el relato de Horacio Potel, docente de filosofía en la Universidad de Lanús en Buenos Aires, que se enfrenta a una pena de entre un mes y seis años de cárcel por infringir la ley 11.723 sobre la Propiedad Intelectual, del Código Penal argentino. Potel ha sido incriminado como responsable de las webs sobre Friedrich Nietzsche, Martin Heidegger y Jacques Derrida, abiertas en 1999, 2000 y 2001.

Estos sitios permitían descargar de forma gratuita escritos de los tres filósofos, además de biografias, fotos, enlaces y comentarios para facilitar el conocimiento y el aprendizaje de sus doctrinas. Un largo trabajo de recopilación, traducción, interpretación de textos y material documental.

Denuncia en la embajada

La Fiscalía de Buenos Aires ha actuado a raíz de una denuncia de la Cámara Argentina del Libro. La querella se produjo tras una queja de Les Editions de Minuit, a través de la embajada de Francia, en cuyo catálogo figuran obras de Derrida. Irene Lindon, editora de Minuit, explicó a este diario que muchas obras están vivas en el mercado. "Escribimos muchas veces al profesor rogándole que desactivara el sitio y nunca recibimos respuesta por lo que nos dirijimos a la embajada para proteger el derecho de autor y de sus herederos".

Aunque la denuncia se formuló sólo por el sitio dedicado a Derrida, la Unidad de Delitos Tributarios investigó también los otros dos. Finalmente como medida cautelar el profesor Potel tuvo que desactivar las webs de Derrida y Heidegger. Se salvó sólo la de Nietzsche, que desde 2001 ha registrado casi cinco millones de visitas, porque tal y como se recoge en la instrucción fiscal "queda acreditado que murió en el 1900", por lo que su obra es de dominio público.

"Invito a mis denunciantes a que me digan, dónde puedo encontrar el material que con su acción judicial obligaron a destruir, en qué librería se puede comprar, en qué biblioteca se puede consultar", critica Potel. "Yo tardé años en reunirlo. Muchos textos no pueden ser adquiridos y aún así están protegidos por leyes de propiedad intelectual. Además los precios de las editoriales extranjeras son prohibitivos para los latinoamericanos".

Mientras, Google sigue situando los sitios desactivados entre las primeras respuestas a las búsquedas por nombre de los autores y en varias redes sociales han aparecido grupos de apoyo a la labor de promoción filosófica de Potel.

dimanche, avril 26, 2009

En Argentina, difundir Filosofía es un delito


Inaudita querella contra un profesor por subir textos a Internet
En Argentina, difundir Filosofía es un delito
Eso es lo que considera la Cámara Argentina del Libro, que inició una causa penal instigada por el lobby de una editorial francesa. Habla el autor de los sitios cuestionados.
Fernando Arredondo / De la redacción de UNO


Hay una noticia que corre como reguero de pólvora por Internet desde hace un tiempo, que tiene como marco la contradicción cada vez más manifiesta entre legislación y libre acceso al conocimiento y la información, a partir de la expansión de las nuevas tecnologías. Se trata de una causa penal abierta en el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instruccion Nº 37 de Buenos Aires contra el profesor de Filosofía Horacio Potel, que enseña en la Universidad de Lanús, por supuesta infracción a la Ley 11.723 de derechos de autor, también conocida como Ley Noble (por el fundador de Clarín, ver aparte). El delito que cometió Potel según la Cámara Argentina del Libro, la parte querellante, es haber creado y mantenido (sin fines de lucro, hay que subrayar) sitios webs dedicados a traducciones de trabajos filosóficos. Son tres las páginas de Potel: una con obras del filósofo alemán Friedrich Nietzsche, otra con textos del también filósofo alemán Martin Heidegger y la restante, con trabajos del francés Jacques Derrida. Estos espacios, además de la ahora cuestionada reproducción de textos, ofrecían fotos, biografías, comentarios y enlaces con otros sitios vinculados. La ardua labor del docente había conducido a que sus sitios se conviertan en, posiblemente, los más visitados en la materia por cibernautas hispanoparlantes. Para comprobarlo sólo basta teclear “Derrida” en Google: primero aparece una biografía de la popular Wikipedia; en segundo término está el sitio de Potel (www.jacquesderrida.com.ar) sobre un total de más de 3 millones de páginas. Este exitoso emprendimiento del saber ahora se ha convertido en una verdadera tortura para Potel –con quien UNO se comunicó vía mail– en una historia que se parece bastante a la de Josef K., aquel personaje de Franz Kafka de la novela El Proceso, que debía defenderse ante la Justicia de una acusación que nunca terminó de comprender.
—¿Cuándo inició usted sus páginas y qué lo movilizó a hacerlo?
—Tuve mi primera computadora relativamente tarde, allá por el año 1998, venía con una oferta de “Internet gratis”. Allí estaba yo, fascinado por las posibilidades que el formato digital le daba a mi trabajo y enamorado de contar con un medio que me daba la posibilidad de encontrarme con libros de los que siempre había oído hablar pero que estaban agotados hacía años o jamás habían sido publicados, muchos de ellos porque al titular del derecho de copia no le interesaban o no los veía rentables o estaba encaprichado en no publicarlos. Yo estaba en esa época fascinado con el filósofo alemán Friedrich Nietzsche. Y de él había poco y nada en esos tiempos lejanos en la web. Algunos textos en inglés y alemán, pero casi nada en castellano. El buscador Altavista (el Google de aquella época) indexaba sólo 15 textos sobre Nietzsche en castellano en toda la web. Pues bien, me pregunté ¿por qué no devolver los regalos y las sorpresas que la web me daba a diario, enriqueciéndola un poco? Y así fue que en una noche de diciembre de 1998 me puse a teclear una selección de textos de Nietzsche, y al otro día la obra de Nietzsche en castellano se había duplicado en la web. De esto ya pasaron 10 años, de trabajo en gran medida solitario, pagado con mi tiempo y mi dinero sin ninguna clase de subsidio ni de apoyo de ninguna entidad, pero tampoco, sin los juicios y amenazas de prisión con que hoy me regalan entidades que dicen defender con estas acciones nada menos que la cultura.
—¿Cómo fue armando sus sitios? ¿Cuál fue su método de trabajo?
—Mi idea con Nietzsche era la de la selección. Menos que ahora, igualmente era fácil entonces conseguir ediciones de papel baratas de Nietzsche, con pésimas traducciones, de dudosos libros suyos: La voluntad de poder, Mi hermana y yo y otras falsificaciones, eran y siguen siendo lo primero con lo que uno se suele topar buscando saber quién era ese tipo que se volvió loco en Turín. Así que yo pensé construir mi Nietzsche, mi propia interpretación de Nietzsche, llevando a cabo una selección estricta de aquellos textos que yo consideraba indispensables al momento de “entrarle” a Nietzsche.
Luego fue el turno de los comentaristas de Nietzsche, es decir de lo que yo estaba leyendo. Esas webs son el mapa de mis lecturas, porque yo a esa altura del partido había descubierto algo que pareciera que mucha gente aún no sabe: las computadoras son más eficientes que los dispositivos analógicos a la hora de la producción y difusión de conocimiento. La primera vez que pude trabajar a Heidegger con ocho artículos suyos abiertos en mi computadora y no apilados en el suelo, perdiendo horas para buscar el lugar donde creía que está la cita que acababa de recordar, algo cambió en mi cabeza.

El lobby francés
El proceso penal contra Potel se inició el 31 de diciembre de 2008 después de que la editorial francesa Les Éditions de Minuit, presentara su reclamo. Esta compañía ha publicado uno de los libros de Derrida, en francés. La queja de Minuit pasó a la Embajada francesa en Argentina y esa fue la base del proceso judicial que inició la Cámara Argentina del Libro en contra de Potel.

La cultura a precio oro
¿Cuál es su opinión sobre los derechos de autor y la industria editorial del modo que están establecidos en la actualidad?
El copyright tiende a concentrar, a través de la privatización, el control de la herencia cultural en manos de un número cada vez menor de propietarios privados. El copyright es la forma que tienen las corporaciones que fabrican libros de papel de apropiarse de la creación de los autores para su pura explotación mercantil, de manera tal que priva a todas las demás corporaciones editoras, incluido el autor, de la posibilidad de reproducir su propia obra. El copyright es el monopolio de la explotación de los productos culturales y como todo monopolio impide la competencia que podría traer alguna baja en el precio sideral de los libros, cosa particularmente grave en un país como el nuestro donde la gran mayoría de los libros de filosofía están patentados por corporaciones extranjeras con lo cual hay que pagarlos a precio de oro.
Es hora de preguntarnos qué es más importante, si la ganancia de algunos empresarios multinacionales que no quieren amoldarse a los tiempos que corren y a los nuevos esquemas de negocios que estos platean, o la necesidades urgentes que tienen Argentina y Sur América toda en cuestión de educación y cultura. Sobre todo cuando se cuenta ya con un medio técnico para la difusión libre y gratuita del conocimiento. Intentar, como se intenta cada vez más, privatizar la web es un crimen del cual, con justa razón, nos acusarán las generaciones venideras.

Nadie subraya que es imposible el trabajo académico sin computadora, lo que implica sin la digitalización de los textos con los cuales se trabaja. Los libros de papel son muy útiles al leer una novela. Pero a la hora de escribir artículos de Filosofía, los libros de papel se convierten en un anacrónico estorbo. Así que me vi abocado a buscar esos textos digitalizados, corregirlos, hacerlos legibles, modificando algunas traducciones que de tan malas se vuelven incomprensibles y esto no sólo pasa con las ediciones “truchas”, ediciones carísimas de “prestigiosos” editoriales extranjeros nos obligan a manejarnos con verdaderas estafas al consumidor que terminan traicionando de la peor forma al autor que se dice defender, porque la culpa de que no haya nuevas y buenas traducciones es también, en numerosos casos, culpa del monopolio al que nos somete el copyright. Sólo puede hacer una nueva traducción el dueño del copyright al que lo que le importa no es, en la mayoría de los casos, la calidad de su producto, sino la ganancia que pueda sacar de lo que para él es una simple mercancía.
Por eso no he mencionado aún la palabra “Derecho de autor” porque el derecho del autor no tiene nada que ver con el derecho de copia. Que un autor pueda ser leído libremente, pueda ser encontrado, consultado, difundido, en un lugar que ofrece un mínimo de calidad sobre lo que publica, que no sólo reúne, recopila información sino que la ordena, que al ser un medio digital permite hacer búsquedas de conceptos en casi toda la obra escrita de ese autor, un lugar así es un derecho que todo autor debería tener. Derrida y Heidegger los tenían en la web, las corporaciones que viven a costa de ellos han terminado con estos derechos de estos autores, para hacer valer sus patentes y sus propiedades. Y esto si podríamos compararlo con un acto de piratería: un fabricante de libros de papel se da el lujo de hacer desaparecer del patrimonio público, del espacio público de la red dos bibliotecas enteras sobre dos de los filósofos más importantes del siglo que terminó, han hundido tirando debajo de la línea de flotación el barco que transmitía la obra de Derrida y Heidegger, barco en el que ellos, por cierto, no contribuyeron para nada en su construcción.
Este criterio de selección me parece importante y me parece que es algo que molesta mucho a las editoriales multinacionales, a las embajadas neocoloniales y a las corporaciones de editores. Al fin y al cabo se supone o se suponía que ellos estaban o están dotados del poder de decidir que debía ser difundido y que no. Este poder, este capital simbólico es al fin y al cabo capital al que ninguna corporación en su afán de lucro y poder, quiere renunciar.
Lo paradójico es que estas corporaciones amparadas por el poder y el dinero defienden formas de distribución que el mismo sistema económico y legal que les da la pequeña satisfacción de cerrar un lugar de difusión cultural libre y gratuito, los condena por otra parte a la desaparición. No soy yo el enemigo de las editoras de papel, es el progreso técnico impulsado por el mismo capitalismo el que ha vuelto ineficaz y obsoleto su negocio, con lo cual cada vez más estos señores van a necesitar para sobrevivir de la ampliación de sus patentes y sus monopolios, como ya podemos ver que pasa en España donde hay que pagarles una suma a estos patrones cada vez que uno quiere comprarse un artículo informático. Para defender la cultura, dicen, mientras la asesinan.
—¿Tiene idea de cuántos visitas registraban sus páginas?
—El sitio de Nietzsche registra al día de hoy más de 5 millones de visitas. Los sitios de Heidegger y Derrida estaban arriba del 1,3 millones, lo que para webs especializadas en Filosofía creo que no está nada mal. Ahora toda esta gente, estudiantes, profesores, amantes de la filosofía, se han quedado sin la posibilidad de acceder a estos textos y producir así, a partir de ellos y de su herencia, nuevo conocimiento. El copyright lejos de promover la cultura como dice la propaganda, en este caso al menos se comporta de manera barbárica.
—¿Cómo se inició la causa en la que ahora usted quedó involucrado?
—La editorial francesa Minuit llamó a la embajada de Francia, ésta llamó a la Cámara Argentina (o francesa, ya no sé) del Libro y ésta denunció los sitios ante la Justicia argentina. Parece un acto de colonialismo cultural, ¿no?
—¿Usted tuvo algún aviso previo? ¿De qué modo se enteró que estaba siendo investigado?
—No tuve ni antes ni ahora ninguna llamada, ni de la Embajada, ni de la Cámara.
Una noche después de cenar ya por irnos a acostar, sentimos, mi mujer y yo un timbrazo en el portero eléctrico seguido casi inmediatamente por una serie frenética de golpes en la puerta, abro y se me aparecen dos agentes del orden preguntándome si era Potel y mostrándome un papelito que no querían darme, en el papelito pude ver que decía un numero de causa y la palabra “criminal”. En medio de tan grata visita les pregunté a los señores qué causa era esa y qué quería decir el numerito: “Usted sabrá en qué anda”, me contestó el servidor público. Algunas cosas no cambian nunca.
—¿Usted tiene sus teléfonos y cuentas de mail pinchados?
—Creo y confío en que no, pero esas son las medidas que pidió la Fiscalía, con el objetivo, al parecer, de probar algo que todo el mundo sabe: que yo soy el autor de esas páginas.
—¿Qué hizo con sus sitios?
—Los desactivé preventivamente, hasta que se decida la suerte de este proceso.

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“Si amamos la filosofía, no podemos dejar que nos arrebaten de la web, lo que construímos. Cada vez queda menos aire, cada vez nuevas y gigantescas corporaciones controlan todos y cada uno de nuestros pasos, para vendernos baratijas y Dios sabe qué otra canallada más. Somos nosotros, cada uno de nosotros los únicos que podemos defender la difusión de la cultura en la web, difusión gratuita y sin imposiciones de Tutores y Encargados. Como decía el viejo filósofo alemán Immanuel Kant: ‘¡Sapere Aude!’ (Atrévete a saber). He aquí la bandera de la Ilustración”.
Horacio Potel

La Ley Noble
La Ley 11.723 de Propiedad Intelectual fue sancionada en 1933, luego de ser promovida por el diputado socialista Roberto Noble, quien 12 años después fundó el diario Clarín. El profesor Potel queda atrapado en el inciso “a” del Artículo 72 de la norma, que sanciona a quien “edite, venda o reproduzca por cualquier medio o instrumento, una obra inédita o publicada sin autorización de su autor o derechohabientes”. Este delito, según la ley, “será reprimido con prisión de un mes a seis años”, como establece el artículo 172 del Código Penal.
En la página de la Fundación Vía Libre, que trabaja sobre temas vinculados a las nuevas tecnologías y los derechos ciudadanos, realizan el siguiente análisis sobre la causa: “La demanda carece de mérito en el caso de Nietzsche, ya que éste murió en 1900, y por lo tanto los derechos comerciales sobre su obra expiraron en 1970, y es probable que el aspecto penal de la querella no prospere porque para que lo haga deberían demostrar intención de dolo, pero tanto en el caso de Heidegger (1889-1976) como el de Derrida (1930-2004), la publicación de obras de estos autores sin autorización de los titulares del derecho de autor puede ser vista, efectivamente, como una violación de la letra de la ley 11.723. Para un juez, este hecho probablemente baste para considerarlo culpable, al menos en el fuero civil. Es posible, incluso, que un juez no tenga más remedio que declararlo culpable, ya que su función es aplicar la ley, y no cuestionarla”.
Poco hay que decir para observar que la ley fue pensada para un mundo muy distinto al actual, cuando los medios de comunicación masivos eran solamente la radio y los diarios. La irrupción de los medios digitales obliga de manera ineludible a repensar la legislación.

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